Las charlas de motivación o inspiración se han convertido en una de las áreas de mayor demanda de la “industria del liderazgo”. Su utilidad está en entredicho.
Las charlas de motivación o inspiración se han convertido en una de las áreas de mayor demanda de la “industria del liderazgo”. Su utilidad está en entredicho.
En ocasiones, ponerse en el lugar del otro es una mala idea. La empatía puede distorsionar nuestro razonamiento y hacernos actuar en base a clichés y sin razonar.
Aunque tú no lo sepas, si entre tus funciones figura la experiencia de cliente, estás en el negocio de cambiar el comportamiento de alguien.
Si diriges un equipo, te encontrarás con que frecuentemente tus compañeros no solo te pregunten lo que tienen qué hacer, sino porqué tienen que hacerlo. Ser capaz de responder a esta pregunta con convicción es persuadir.
El trabajo de un líder consiste en establecer la dirección de su organización, alinear a las personas que la componen y motivarlas e inspirarlas para que se responsabilicen de crear un futuro mejor para la misma. De su capacidad de comunicación dependerá que lo consiga o no.
La persuasión es el eje central de los negocios. Antes de lanzar un producto, o un servicio al mercado, alguien tiene que convencer a la alta dirección de que convencerá a un número suficiente de personas, tanto de consumidores, como de inversores. Es un bucle de influencia continua. Y sin embargo, son muy pocos los ejecutivos con capacidad para comunicar con convicción, y no digamos ya para inspirar.
No conozco la clave del éxito, pero la clave del fracaso es tratar de complacer a todo el mundo.
Woody Allen
Desde finales de abril, un infundio que afirma que en España existen 445.000 políticos, inunda la red de diatribas, reproches y comentarios incendiarios contra los gobernantes del país. Aunque también ha sembrado sus dudas, sospechas razonables y desmentidos, estos, no han hecho más que propagar el alcance del rumor.