Un patrocinio comunica los valores de una marca con mucha más fuerza que cualquier otra herramienta de marketing. Una marca que se asocia con un imputado por evasión fiscal, está diciendo algo sobre sí misma. Algo negativo.
Un patrocinio comunica los valores de una marca con mucha más fuerza que cualquier otra herramienta de marketing. Una marca que se asocia con un imputado por evasión fiscal, está diciendo algo sobre sí misma. Algo negativo.
El teléfono móvil, el ordenador, la televisión y la tableta, han pasado de ser plataformas independientes, a integrarse en nuestros quehaceres cotidianos, desdibujando con frecuencia las limitaciones y funciones asociadas a cada uno de ellos. Es obligación de los responsables de marketing adaptarse a este nuevo escenario con nuevos enfoques estratégicos que aprovechen las sinergias resultantes.
Pocos años atrás, el entorno empresarial era relativamente sencillo de perfilar. Los itinerarios que conectaban a las personas con las marcas estaban claramente definidos y resultaban predecibles, fiables y fáciles de comprender. Hoy, el panorama ha dado un giro radical: consumidores, contenidos, curación y convergencia marcan la agenda digital en tiempo real y el ritmo de muchos departamentos de marketing, que ven como cada día que pasa, una parte muy importante de su labor se va pareciendo más y más a la de un medio de comunicación. Están creando periodismo de marca.